lunes, 20 de enero de 2014

Un franco, 14 pesetas película completa

http://mispeliculasenlinea.blogspot.com.es/2012/10/un-franco-14-pesetas-2006.html

España 1960. Es el inicio del desarrollo español. La industria se reajusta, y muchos obreros son despedidos. Martín es uno de ellos. Vive con su mujer, Pilar, y su hijo, Pablo, de cinco años, compartiendo el sótano de sus padres, porteros de la finca. La situación provoca que, con el impulso de Marcos, amigo de Martín, decidan emigrar a Suiza, aunque sin contrato de trabajo y haciéndose pasar por turistas en la aduana. Pilar y Pablo se marchan un año después, uniéndose a Martín en una vida muy diferente a la que dejan detrás. El pequeño Pablo se enfrentará a cambios drásticos en poco tiempo: ver marchar a su padre, cambiar también él de país, crecer en un entorno diferente, aprender otro idioma… Sin embargo, allí tendrán una vida tan feliz y cómoda que lo duro será volver a España.

martes, 7 de enero de 2014

Actualidad del pensamiento platónico

1) ÉTICA Y POLÍTICA
Para Platón, sólo el filósofo conoce cómo es la realidad y los valores que rigen la vida moral y política, por tanto, él debe gobernar el Estado. Esta es la base de su rechazo a la democracia, donde gobiernan los ignorantes (el pueblo), aconsejados por ignorantes que carecen del verdadero saber (los sofistas). Además, el problema de la corrupción llevó a Platón a tomar medidas extremas como privarlos de familia y propiedades particulares. En la actualidad, nos preocupa el mismo problema, y aspiramos a un político justo en lo moral y en lo político.

Más fácil es estar de acuerdo con el ateniense en el papel de la razón y la justicia en la vida pública. Las leyes y decisiones políticas deben tomarse racionalmente, y desde luego deberían perseguir como fin fundamental la justicia.

2) LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN Y LOS VALORES MORALES Y POLÍTICOS
En Platón, la educación es fundamental para mejorar al hombre, y crear no sólo buenos gobernantes, sino en general, buenos ciudadanos.

Nuestros estados establecen una educación obligatoria, cada vez más prolongada, para tener ciudadanos mejor preparados profesional, moral y políticamente. Además, se tratan de difundir valores cívicos como el respeto a la libertad, igualdad, solidaridad, etc.

3) LA FUNDAMENTACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS
Platón trataba, frente a los sofistas, de justificar que existían valores universales y necesarios.

En la actualidad, nosotros queremos justificar la validez de los derechos humanos como normas de conducta, frente a quienes niegan su valor universal, acusándolos de ser valores occidentales.

Por otra parte, frente a quienes justifican el poder político y los derechos en ideas religiosas, nosotros buscamos una justificación racional de los mismos, como hizo Platón, si bien no aceptaríamos hoy su Teoría de las Ideas, y fundamentaríamos el poder político y los derechos en el diálogo y el consenso.

4) EL SISTEMA PENITENCIARIO
Los castigos que hoy se imponen a los delincuentes pretenden reeducarlo y reinsertarlo en la sociedad, especialmente al menor de edad. Esto es coincidente con el intelectualismo moral que los griegos mantenían en general, y según el cual la maldad procede de la ignorancia. Platón decía que las penas que imponía la justicia mejoraban al hombre, nosotros diríamos que las penas mejoran al hombre psicológicamente (psique=alma).

Sin embargo, hay que reconocer que en realidad las cárceles funcionan a veces como escuelas de delincuentes, en las que los internos aprenden y acaban después practicando diferentes modalidades delictivas.

5) LAS MODERNAS TECNOLOGÍAS Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Internet ha creado en los últimos años todo un mundo nuevo. Como en la caverna platónica, muchas personas viven en Internet relaciones virtuales con personas de las que todo lo que saben es lo que aparece en el monitor de su pc.

Por otra parte, a través de los medios de comunicación muchas personas viven en un mundo deformado de sombras, preocupados, como decía Platón, solamente de cosas de poco valor. El periódico más vendido en España es un diario deportivo: mucha gente sabe todo sobre jugadores, entrenadores, competiciones, etc., mientras que no sabemos mucho acerca de lo que de verdad nos concierne.

6) LA NUEVA CAVERNA: LOS CENTROS COMERCIALES
En La caverna, novela del portugués José Saramago, las sombras platónicas son los objetos de consumo, que todos perseguimos con gran interés, convencidos como estamos de que nuestra felicidad depende de la cantidad de objetos que podamos permitirnos consumir.

Actualidad: Ortega y Gasset

1.- EL PAPEL DE LA CULTURA Y LA EDUCACIÓN
El texto de Ortega critica el culturalismo, la concepción racionalista de la cultura. Para él, la cultura o surge de inquietudes e intereses vitales o se convierte en algo ajeno, falso y extraño al hombre, que este abandonará. El racionalismo se ha empeñado en perpetuar la vigencia de unos contenidos culturales que recibirán todas las generaciones a las que, por tanto, les resultara cada vez más ajenos. La cultura debe incluir unos contenidos que el hombre en cada época sienta como fruto de su tendencia a la verdad, el bien y la belleza.

Hoy se critica un alejamiento de la sociedad de los contenidos culturales tradicionales, una especie de "embrutecimiento" o "desalfabetización". ¿No se estarán ofreciendo unos contenidos culturales anquilosados, esclerotizados por la acción de una razón perenne que ha olvidado lo vital? ¿No deberíamos reformular esos contenidos"fundamentales" para que, conectados con la vida, resulten significativos? La reflexión orteguiana sobre el lugar de la cultura y su relación con la vida proporcionan material para cuestiones que siguen vigentes.

Lo anterior puede aplicarse a los criterios de la Administración para elegir los contenidos curriculares que deben enseñarse. ¿Tiene sentido proponer contenidos no significativos, que no dicen nada a quienes teóricamente deberían interesarse por ellos? ¿Existen contenidos interesantes por sí mismos que deben enseñarse caiga quien caiga? Esta posición pedagógica podría ser una expresión del culturalismo criticado por Ortega.

2.- El PAPEL DE LA VIDA POLÍTICA
La vida política de su tiempo, oligárquica y caciquil, expulsa de sí a la sociedad a la que ni ofrece respuestas ni deja participar. Hoy hablamos de la"clase política", grupo de "profesionales de la política" que parecen ocuparse más de sus propios asuntos que de lo que preocupan a la sociedad. La consecuencia suele ser el desinterés de los ciudadanos por todo lo que huela a política. Los bajos índices de inscripción en los partidos políticos o sindicatos, y la baja participación en muchas consultas electorales prueban ese desinterés reactivo al desinterés de la clase política. Otra consecuencia es el auge de organizaciones políticas alejadas de los partidos tradicionales y que se presentan como alternativas que "responden a las necesidades de los ciudadanos" (ONGs). El auge de los totalitarismos que Ortega vivió se produjo también en un ambiente de crisis política. Por ello, las críticas de Ortega a la vida política de su tiempo, una política alejada de la vida concreta, así como sus propuestas de superación, siguen siendo vigentes.

3.- LAS RELACIONES INTERNACIONALES
Según Ortega, la verdad integral solo surgirá de la unión de las verdades parciales proporcionadas por todas las perspectivas: todos tenemos algo que decir porque toda vida es un punto de vista insustituible. Todos, individuos, pueblos, culturas, desde nuestra perspectiva tenemos derecho a participar en el diálogo y en la toma de decisiones en el ámbito estatal e internacional. Es necesario, por tanto, articular sistemas e instituciones que permitan la participación y el encuentro entre individuos, pueblos y culturas.


4.- LA DIVERSIDAD CULTURAL
La doctrina del punto de vista es un antídoto perfecto para todo tipo de etnocentrismo, que niegue el valor de culturas distintas a aquella en la que se ha nacido. Ortega argumenta dos razones: todo hombre tiene una perspectiva que le permite ver una verdad parcial y, en segundo lugar, al estar en una circunstancia, ningún ser humano puede acceder a toda la verdad: la intersubjetividad y el diálogo se imponen. Sólo con la participación de todos se podrá llegar a una verdad intersubjetiva lo más completa posible. Ninguna verdad puede despreciar a otras. El perspectivismo es un instrumento vigente para articular la convivencia en sociedades cada vez más multiculturales.

5.- EL VALOR DE LA HISTORIA
El perspectivismo incide en el debate sobre el valor del estudio y enseñanza de la historia. En todo momento histórico el hombre ha encontrado una parte de verdad que posteriores momentos históricos han olvidado. Su conocimiento nos acercará a partes de la verdad a las que nuestra circunstancia nos impide acceder. La historia es, por tanto, un medio privilegiado para el enriquecimiento personal y social.

Actualidad: Descartes

En cuanto a la actualidad de Descartes podemos, partiendo del Discurso del Método, comentar los siguientes temas que se presentan en nuestra sociedad. Descartes fue el primero en conseguir la autonomía de la razón, además, ajena a las exigencias de la fe. La concepción iniciada por Descartes abrió el camino que desembocaría en los grandes proyectos de ciencia y tecnología.

Matematización y desarrollo científico e informático.

                La parte II del Discurso propone un método y un criterio de verdad heredero del matemático, con el que Descartes cree que todas las ciencias conseguirán éxitos. La matematización de lo científico y, por tanto, de lo real, es una característica que desde entonces ha impregnado casi todos los ámbitos de la cultura occidental europea y americana. El conocimiento de cómo son las cosas se consigue cuantificando y descubriendo la ley que expresa las relaciones entre esas cantidades. Los descubrimientos científicos (física, química, biología…) y todas las aplicaciones técnicas (ingeniería, medicina…) han sido tales que la fe en la religión ha sido sustituida por la fe en la ciencia. La salvación está en la ciencia. Por ello todos los gobiernos insisten en invertir en investigación científica.

                La informática es la última expresión de la actualidad del proyecto cartesiano. Tanto es así que se habla del “mundo digital”, de un mundo expresado únicamente con ceros y unos. Cuando estamos frente a un ordenador estamos frente a lo que Descartes calificaría de modelo perfecto de conocimiento: un marco absolutamente axiomatizado en el que a partir de unos primeros principios se deduce todo lo demás. En un ordenador no hay contradicciones, si el programa no funciona es porque está mal diseñado.

Autonomía de la razón, laicización y ciencias sociales y humanas.

                La matematización por sí sola no hubiera propiciado el desarrollo científico si Descartes no hubiera defendido a la vez la autonomía de la razón. Sólo una razón que se separa de cualquier creencia, una razón pura, es la que puede llegar a la verdad. Descartes se convierte así en la referencia básica del proceso de laicización. Una vez que la razón se ha separado de la fe y el mundo físico ha dejado de ser el fruto de la creación divina, la ciencia encuentra un nuevo campo en el que descubrir leyes sin que tengan que ser testadas por ninguna autoridad distinta de la propia experiencia. Desarrollo científico y laicización son, al menos en Europa, procesos paralelos, aunque esta lucha de la razón por separarse de la presión de la fe se sigue manteniendo (intento del creacionismo estadounidense por eliminar la enseñanza del evolucionismo en las escuelas, la crítica del Vaticano a la investigación genética…). Incluso las ciencias sociales y humanas no han podido evitar verse ligadas a la matematización.

                Pero la separación razón-fe no ha traído sólo el desarrollo, sino que ha contribuido a la aparición de posiciones ateas, y agnósticas. Aunque la razón, según Descartes, llega a la certeza de Dios, la modernidad ha perdido el optimismo racionalista: el hombre contemporáneo ya no cree en una razón tan poderosa para afirmar de modo claro y distinto la existencia o no de Dios. Es decir, el racionalismo optimista ha desembocado en un racionalismo agnóstico.


Autonomía de la razón e individualismo.

El Discurso del Método deja claro que el sujeto (“pensante”) es quien se impone como criterio de verdad. “Es verdad lo que mi criterio racional decide que es verdad”. Pocas afirmaciones tan contundentes se han hecho en la historia del pensamiento, afirmaciones, por otro lado, alejadas del relativismo. Descartes no defiende un subjetivismo relativista, sino racionalista. La razón es la misma en todos los hombres. Es ahí donde se encuentran las raíces del individualismo del que tanto se ha criticado a la sociedad moderna, y de la reivindicación de la igualdad de dignidad y derechos para todos los hombres.


La verdad y el genio maligno.

                Ideas como la sospecha de que nuestra realidad sea un mero sueño ha sido retomada por varias películas. El argumento de la indistinción entre sueño y vigilia se refleja en Abre los ojos, de Alejandro Amenábar. El director nos presenta el tormento del protagonista, incapaz de distinguir cuándo está viviendo y cuándo está soñando que vive. El argumento del genio maligno es actualizado en Matrix, que nos describe un mundo habitado por hombres que, creyendo conocer a través de sus sentidos un mundo sensible, realmente sólo son controlados por un sistema informático. Es decir, unos hombres a los que un genio maligno, interpretado como un inmenso ordenador, engaña, escondiendo la verdadera realidad.

El dualismo antropológico.

               Descartes establece un dualismo entre cuerpo y alma: ambas son independientes y pueden existir por sí solas; su unión tan solo puede inducir a error al alma (res cogitans) al ser limitada por la parte física (el cuerpo, la materia, la res extensa). 

Hoy en día, la ciencia y más en concreto la neurociencia han establecido que ambas son sólo una, y por tanto todo queda reducido a materia (cerebro + cuerpo). Si se daña el cerebro, ésto afectaría a nuestra parte física (visión, movimiento, etc.) 

Por otro lado, el cristianismo sí que defiende la existencia de un cuerpo independiente del alma, doctrina según la cual el alma es inmortal, y nuestra vida tan solo sería un camino para la salvación del alma.

Actualidad: Nietzsche

1. ATEÍSMO Y ANTIATEÍSMO.
Nuestra cultura se caracteriza por vivir de espaldas a Dios, a la religión. El cristianismo y sobre todo el catolicismo, han perdido la influencia que tuvieron en el pasado. La creencia en Dios es menos sólida y ahora el ser humano la entiende según sus criterios subjetivos. El distanciamiento entre la doctrina de la jerarquía eclesiástica y la de los creyentes es cada vez mayor.
 Se acentúa la tendencia a una religión a la carta que se adopta y modifica en función de intereses personales y circunstanciales, y que convierte a la religión en un artículo más de consumo. Esta situación tiene una de sus causas en “la muerte de Dios” propugnada por Nietzsche.


2. EL VITALISMO.
La “razón” en la filosofía critica la valoración negativa de la vida que había propagado el pensamiento occidental, y apuesta por la vida y una moral que gira en torno a ella . Se trata de vivir el momento, de renunciar a que la trascendencia sea el único sentido de vivir, y de buscar dicho sentido en la propia vida. Consecuencias, probablemente vulgarizadas e irreflexivas de este vitalismo, se encuentran en la actual identificación de la felicidad  con lo material (dinero, consumismo, poder, sexo, etc.) en el culto al cuerpo y a la imagen; en la búsqueda de la eterna juventud; en el deseo de inmortalidad aumentando la esperanza de vida…

3. LA EXPRESIÓN ARTÍSTICA. LA IMAGEN FRENTE AL CONCEPTO.
Si la realidad tiene un carácter dinámico y cambiante, es perspectiva. Por eso Nietzsche frente a la unidad y objetividad del concepto, afirma  la pluralidad y la subjetividad de la metáfora. En la expresión artística, la realidad nunca es definitiva sino que va haciéndose y cambiando constantemente.

El llamado arte moderno es una expresión perfecta de la pluralidad de significaciones  que según Nietzsche, constituye la realidad. Este arte “incomprensible”, que ha roto los criterios clásicos de belleza, se articula como una obra de arte nunca definitiva. La emoción que inspira al autor no debe coincidir necesariamente con la que despierta en el espectador. Estas pueden incluso cambiar con el tiempo. La capacidad de suscitar emociones  e interpretaciones  será el criterio para valorar una obra de arte. En la actualidad es la indiferencia lo que desvaloriza la obra.

Este aparente “todo vale” del arte moderno se ha expandido a todos los ámbitos de la cultura. La cultura de masas ha apostado por la imagen en detrimento de la palabra, de los conceptos. Esto ha supuesto junto a una generalización de la cultura, una banalización de los productos culturales que, para ser consumidos masivamente, deben ser simples, fáciles y de utilidad inmediata. A   su vez, esta simplificación cultural genera en el consumidor una homogeneización del gusto y una recepción pasiva y acrítica de sus contenidos.

En sentido contrario los productos culturales basados en la reflexión, la palabra, el análisis…..son denostados por los grandes propagadores de esta cultura de masas: los medios de comunicación, en especial la televisión. Estos productos culturales no venden, no tienen audiencia. El tópico “una imagen vale mas que mil palabras” se ha extendido irreflexivamente para cualquier caso.

4. EL VALOR DE LA EDUCACIÓN PARA LA CRÍTICA DE LA VIDA

La apuesta por una educación crítica tanto por parte del alumnado como del profesorado encuentra en el texto de Nietzsche un apoyo. La razón en la filosofía propone no admitir acríticamente ninguna verdad aunque la tradición, el  tiempo, la mayoría, la apariencia la hayan mostrado incuestionable. Ningún tema, por importante que sea, debe escapar al examen de una razón intencionadamente libre de prejuicios.

También la consigna nietzscheana sobre la alegría de vivir, no  olvidando que prioritariamente somos un cuerpo más o menos inteligente, sigue teniendo plena vigencia: Nietzsche propone una razón que no debe esclavizar los instintos, sino procurar satisfacerlos de la manera mas inteligente y eficaz posible.

lunes, 6 de enero de 2014

La libertad como ser de la conciencia. Sartre

La conciencia, que en sí no es nada, consiste, pues, sólo en una estructura abierta, indeterminada: es, como en Heidegger, un proyecto que ha de desarrollarse a lo largo del tiempo, es algo lanzado hacia el futuro. Y a esto se le llama existencia. Existir es ser fuera de sí. La conciencia no es nada antes de existir, no está sometida, pues, a una esencia, sino que consiste sólo en existencia (como en Nietzsche). El ser humano, por tanto, ha de hacerse a sí mismo, definirse en su proyecto (en su estar lanzado hacia el futuro) Con palabras de Sartre "la existencia precede a la esencia" y "el hombre es ante todo un proyecto que se vive subjetivamente".
La idea de que la esencia precede a la existencia procede del teísmo: Dios ha dado la esencia al hombre, éste ha de cumplirla. Según Sartre, la filosofía atea debe reconocer que el ser humano no está predeterminado por esencia alguna. Si no hay Dios, no hay naturalezas ni esencias: "No hay naturaleza humana, porque no hay Dios para concebirla".
"El hombre no es más que el conjunto de sus actos": si no hay esencia, el hombre se reduce a lo que hace, a cómo existe, a cómo configura, acto a acto, su existencia. Actos que serán totalmente libres, porque están absolutamente incondicionados: de hecho, si Dios no existe, todo está permitido.
Esta propia indeterminación, esta experiencia subjetiva de que el ser humano está siempre ya en el mundo y a la vez siempre por hacerse, es la libertad. La libertad es la indeterminación absoluta del proyecto, la ausencia de determinaciones esenciales. El ser-para-sí es libre por definición: porque en-sí no es nada. La libertad es el ser nada y tener todo por hacer. Es una libertad, pues, como la propia conciencia, vacía, libre de fines o de valores; todo fin o todo valor, toda manera de ejercer la libertad, ha de ser creada por el ser humano en su existencia.
El para-sí, por ser libre, ha de darse su esencia al existir, ha de autorrealizarse. Esta libertad, esta indeterminación, hace al hombre, a la vez, absolutamente responsable de su existencia, puesto que sólo él la decide. Tarea ingrata, fuente de la angustia existencial, y clave de la famosa frase sartriana: "El hombre está condenado a ser libre", porque, en efecto, lo único que el hombre no decide libremente, es ser libre.
El hecho de proyectarse no implica que el hombre sea lo que quiera ser; porque siempre que va a proyectarse, ya es algo, está ya arrojado en el mundo, y, por eso, ya es responsable de lo que ha sido sin planteárselo. Es una libertad que, por tanto, no siempre supone decisión consciente. El proyecto subjetivo no es una planificación racional, la libertad no siempre se ejerce conscientemente.
Por lo demás, al decidir tu existencia no eres sólo responsable de ella, sino de la humanidad en general, puesto que al elegirte eliges un modelo de existencia, un modelo de hombre; luego, de alguna manera eres el responsable de la humanidad entera: "soy responsable para mí mismo y para todos, y creo cierta imagen del hombre que yo elijo; eligiéndome, elijo al hombre." Puesto que el hombre en-sí no es nada, con cada acto defines la existencia, defines lo que el hombre es; y por tanto, eres responsable de la humanidad, es decir, de la noción de hombre y existencia que con cada acto configuras.
Esta absoluta responsabilidad -que implica la absoluta libertad- es fuente de la angustia existencial: "El existencialista suele declarar que el hombre es angustia. Esto significa que el hombre que se compromete y que se da cuenta de que es no sólo el que elige ser, sino también un legislador, que elige al mismo tiempo que a sí mismo a la humanidad entera, no puede escapar al sentimiento de su total y profunda responsabilidad.
La angustia es la conciencia de la libertad.
1. Hay que distinguir entre temor y angustia. El miedo o temor es una conducta abierta a la exterioridad. Por la angustia se toma conciencia de nuestro ser. Hay dos formas de sentir miedo, pasiva y activa. En ambos casos se desarrolla una acción, un comportamiento, que siempre es una conducta de huida. Ambas conductas tienen el elemento común de una referencia a la exterioridad. No soy yo quien decide, sino otros quienes deciden por mí.
En cambio, no sucede igual en el sentimiento de la angustia. La angustia se enraíza con la posibilidad de mi propio ser. La angustia está inscrita en la condición humana. El hombre es angustia. Si la libertad es la esencia del hombre y la angustia es la toma de conciencia de la libertad, entonces la angustia está en el fondo de nuestro ser, pues es el sentimiento de nosotros mismos, de nuestra libertad.
2. La angustia como Nada. El triángulo existencia-angustia-nada aparece así en Sartre y se refleja en una sola palabra: libertad. La nada es identificada con la libertad. La presencia de la angustia se debe, bien a la toma de conciencia de mi libertad, bien a la captación de la nada que soy. Nada y libertad son una y la misma cosa, a la par que esa nada y esa libertad "no son propiedades" de la esencia del hombre, sino su propia esencia.
Así, 1. La libertad es "nada". 2. La libertad es creación. 3. El ser libre del hombre (su no-ser) es lo que hace que un mundo exista. 4. La toma de conciencia de la libertad que soy, produce la angustia.
Así la libertad se enraíza en el absurdo.