viernes, 5 de julio de 2013

Uva

La existencia está llena de posibilidades, la vida está por supuesto llena de momentos, que nos definen o nos redescubren.

Que tal si...
Que hubiera pasado si...
Y si me voy hacia la izquierda y no a la derecha...?

De esa agua no beberé, pero se dice porque beberse quiere. Y el agua deliciosa y refrescante, aclama que sea vehículo de purificación o de exaltación.

Del agua se nutre la uva y quién conozca sus poderes, los de la uva, sabrá que de pasar por la tierra y llegar a la vid para encontrar las raíces y finalmente llegar a la uva, sabrá que el precio lo vale, y si es mi destino convertirme contigo en vino, llegará mi agua a tu fruto para que juntos destilemos placer como marionetas inconcientes de la vida.

Si me pierdo hallándote, no importa, el placer no es sólo por encontrarte sino por buscarte, dentro de la tierra, entre tu savia, arriba del sol. Se que ahí estás y que dentro de un racimo está la uva que yo quiero, no otra sino esa precisamente; terquedad quizá, casualidad talvéz, insistencia con filo, o aquella gota de agua que de tanto intentar abre cualquier roca y cava cualquier canal y forma cañones en el tiempo.

El fuego no se apaga con agua sino con fuego, el trébol de cuatro hojas da suerte aunque tenga tres y en forma creciente, recuerda que lo que no se vive se pierde.

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