El Cronópio al igual que el filósofo y el poeta son seres extraños en estos días, son "la piedra en el zapato"
del mundo actual, que viaja a velocidad luz y no se detiene siquiera a
ver hacia Atrás. Y digo que son la piedra en el zapato, ya que el
Cronópio al igual que el filósofo y el poeta se detienen por largo rato
al margen del mundo y lo miran cuidadosamente; son los únicos
espectadores, sentados en la luna,
pero sin dejar de sentir los giros del mundo; son los únicos que
sienten la fuga impersptible del color de las cosas, son los únicos que
tienen el tiempo suficiente para mirar, escuchar, sentir y crear. Son
los únicos seres que saben del olvido al que se ha condenado a las
cosas. Pero son tan extraños que pocos o ninguno los escuchan.
Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: «Excursión a Quilmes», o: «Frank Sinatra».
Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: «No vayas a lastimarte», y también: «Cuidado con los escalones.» Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras en las de los cronopios hay gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio.
No muy lejos sino en Valencia mismo vive una pareja de Cronopios, que se conocieron hace años y que decidieron
caminar juntos por la vida.
El gran Julio Cortázar creo a los Cronopios, unos seres verdes y
húmedos, sin forma determinada, ingenuos, idealistas, desordenados,
sensibles y muy poco convencionales. Un Cronopio , según él, es un poema
sin rimas, un dibujo fuera del margen. Aunque … ¿quien te dice …?
Nuestros Cronopios pueden encajar bien en esa definición, menos en lo
de ser verdes. Uno de los dos cronopios (el cronopio macho), es mas
idealista e ingenuo ; el otro (la cronopio hembra),es mas desordenada y
sensible pero realmente creo que ambos son muy poco convencionales,
dentro de la vida que les toca vivir.
A estos cronopios les gusta viajar cuando pueden y aunque sus viajes
no son siempre a sitios muy lejanos, les gusta pensar que son viajeros
mas que turistas.
Les gusta andar; el senderismo , la naturaleza …
Aman la música, de la que el cronopio macho es un gran especialista.
El jazz, la clásica, la celta y la ibera y toda aquella buena música,
sea de donde sea.
Como son muy variaditos, también les gusta el cine y el teatro. Lo
que ellos llaman “buenas” películas (no demasiado “standard”), sean del
genero que sean y realizadas en cualquier parte del mundo. Si la peli es
“extranjera”, mejor en versión original, aunque sea japonesa.
La literatura. Leer, saben leer. Sobre todo el cronopio hembra que
lee con gran avidez. También es verdad que tiene más tiempo. Novelas,
Historia, ensayos, libros de la Nueva Era… ¡Ah!, hay una cosa que les
gusta hacer: leer un libro juntos, un rato por la noche…
Los dos practican cosas como la meditación, el Yoga, la Astrologia,
el Tarot y todos aquellos conocimientos que les ayuden a crecer.
Al cronopio macho, le gusta dibujar, escribir, crear… Disfruta inventando cosas de la nada.
Al cronopio hembra le encantan los animales. Adora a los perros, gatos, pájaros y a todo bicho viviente…
Les gusta compartir la vida con los demás. Ser felices e intentar que la gente que les rodea, también lo sean.
Como veis estos cronopios son variaditos, pero fundamentalmente, lo
que les gusta es vivir, moverse y sentir que están vivos. Hay muchas
cosas que pueden hacerse en esta vida y hay poco tiempo. Así que hay que
aprovecharlo y como viven en Valencia, una ciudad que tiene mucha oferta
cultural y de ocio, las aprovechan y quieren compartirlas con los demás.
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