Y en este simulacro de taxonomía, lo que
intento es mostrar una situación del pensamiento, una coordenada del
espíritu, y una tragedia de la jaula, pues la metáfora que utilizaré
para cercar a estas figuras del "sabio" y
del "filósofo", es justamente, la de una tragedia homínida; y es la de
la introducción de la humanidad a la vida en cautiverio por puro empuje
de sus necesidades, de sus accidentes, de los trazos de su propio
dibujo, a un nuevo hábitat, el del zoológico; pues si bien los primates
sociales, también sufren tanto sus reglas como su biología en estado
salvaje, la ingesta de Adán, el invento de "Theuth" y el de Pitágoras,
el servicio de "Shiva", las tablas de Moisés, las necesidades
esclavistas de la civilización, la dialéctica del espíritu y de la
materia, la crucifixión de Jesús, la cicuta de Sócrates, el uso de la
lengua camaleónica , y en fin, todas las causas que hacen al hombre
alejarse de su "animalidad eterna", no han hecho otra cosa que fabricar
una gran jaula de zoo, para vivir allí más sanos, más amontonados, mejor
alimentados y más dependientes de los cuidadores; entonces allí, en la
jaula grupal, en donde vivimos ya de nacimiento, es en donde aparecen
estos "monos dorados" del lenguaje: dejemos "moneriar" en paz a aquellos
primates enjaulados que viven su día a día, pelando sus bananas,
haciendo el amor a las mejores "disposiciones" o a las que tengan más a
mano, cambiando su monería por maníes y sus agujeros por bananas, y
vayamos a los monos sabios, a los filósofos, a los héroes, y a las
tumbas:
Los monos sabios son los encargados de inventar con el lenguaje el opio sagrado, son los que incitan a ser felices a los otros indicándole el camino, que nunca es otro que abrazar la idiosincrasia, son los que enseñan tanto a rezar como a gozar, son los que dicen, "no te preocupes que si te portas bien, el dios mono te llevará al cielo algún día", o "como no existe un cielo, disfruta de tu agua y tu banana, pues no hay más nada mejor que ellas", en uno u otro extremo, el "mono sabio" es el que sabe que toda la vida de esos monos se desarrollará en la jaula, para siempre, entonces dan consejos para vivir bien en cautiverio, ya sea creyendo en un más allá que sólo se consigue en la muerte (o sea nunca), ya sea insistiendo a disfrutar de los placeres de la jaula, de los placeres de las reglas inclusive, o del sólo hecho de estar bien acostumbrados a las tareas diarias de todo mono, y sabiendo todas las cosas, termina siendo el premiado con el "título de sabio", pues los cuidadores hacen de este mono un modelo a seguir y por eso lo suben al podio, le suministran los más jugosos alimentos, le pintan la espalda de plateada, los aplauden, y les dan roles protagónicos en las comedias de los monos, allí en la jaula.
Los "monos filósofos" en cambio, dicen no saber tan bien y tener sus dudas, especulan sobre el "más allá de los barrotes", algunos creen que existe una jaula más grandes y más cómoda en la cual la suya es sólo una célula interna, otros creen que fuera de la jaula habría sólo una nubilosa desconocida, otros creen que los cuidadores y esos "monos" raros que pasan y arrojan maníes son en efecto, unos "monos avanzados que quizá tengan la clave de la existencia", otros en cambio sostienen que sólo son fantasmas creados por la imaginería supermónica, otros que son dioses y otros que es un dios que es siempre el mismo, pero con muchas caras, pero a diferencia de los sabios, estos monos pierden la "vida" en estas cruzadas intelectuales, especulan hasta el hartazgo, caminan por la jaula en círculos concéntricos sólo para encontrarse todos en el mismo punto, allí tomarse un poco a golpes para liberar un poco de adrenalina, y luego seguir su marcha de caballos y chanchos de calesita, dejando siempre unos "dulces" para recordar el camino a casa que nunca perdura luego de sembrado, entonces se lanzan a una deriva que a fuerza de geometría y límites de jaula produce el espiral de su "peripatetismo".
Pero estos dos tipos de primates enjaulados, no son los únicos que vale la pena iluminar con mi linterna, están otros que me permiten traer parafraseando a esa novela "Sabática" que logró sumergirme en un tiempo adolescente y legendario, están también los "monos héroes", estos quieren saber que hay más allá de la jaula, pero no se conforman con especularlo, quieren verlo con sus propios ojos, estos primates de la aventura sólo quieren escaparse, oyendo a medias, tanto a filósofos como sabios, y usando ingeniosas herramientas, insumen todo su tiempo en limar barrotes, cavar fosas de escape, planear fugas, inventar máquinas de teletransportación, y muchos otros ingratos experimentos que en muchas ocasiones terminan como juegos de plaza para los pequeños, o como "máquinas de follar" para los grandes, en otras ocasiones estos cacharros escapistas terminan fallando y causando lesiones en su entorno, contaminando la jaula con su "mil intentos", causando explosiones o alucinaciones, por ello estos monos, pueden ser amado u odiados, cuando se dedican a inventar divertimentos o bálsamos curativos, entonces son aplaudidos, pero cuando se dedican a lo que verdaderamente le interesa, que es la huida, entonces, se transforman en antihéroes, en creadores de monstruos y necios dementes.
Y por último, quedan las "tumbas", que no son monos vivos, sino inscripciones sobre lápidas, epitafios de todos las sabidurías, de todas las especulaciones, y de todas las líricas y épicas del pasado, son el recuerdo de toda la historia de la vida en la jaula y quizá de un lejano momento, allí en la jungla, a estas tumbas recorro de noche, a estas tumbas ilumina mi linterna, y en cada historia y en cada cambio, y en cada aproximación hacia lo externo, allí veo ya no como especulación probable sino como recuerdo lejano pero vivo, el otro mundo, el de la vida salvaje, entonces dudo en si morirme para así alcanzarlo o ponerme a colaborar con los héroes más dementes y audaces, pero en algo estaré seguro, no le haré caso alguno a los "monos sabios", y no perderé mi tiempo con los "filósofos"...Gervasio Black
Los monos sabios son los encargados de inventar con el lenguaje el opio sagrado, son los que incitan a ser felices a los otros indicándole el camino, que nunca es otro que abrazar la idiosincrasia, son los que enseñan tanto a rezar como a gozar, son los que dicen, "no te preocupes que si te portas bien, el dios mono te llevará al cielo algún día", o "como no existe un cielo, disfruta de tu agua y tu banana, pues no hay más nada mejor que ellas", en uno u otro extremo, el "mono sabio" es el que sabe que toda la vida de esos monos se desarrollará en la jaula, para siempre, entonces dan consejos para vivir bien en cautiverio, ya sea creyendo en un más allá que sólo se consigue en la muerte (o sea nunca), ya sea insistiendo a disfrutar de los placeres de la jaula, de los placeres de las reglas inclusive, o del sólo hecho de estar bien acostumbrados a las tareas diarias de todo mono, y sabiendo todas las cosas, termina siendo el premiado con el "título de sabio", pues los cuidadores hacen de este mono un modelo a seguir y por eso lo suben al podio, le suministran los más jugosos alimentos, le pintan la espalda de plateada, los aplauden, y les dan roles protagónicos en las comedias de los monos, allí en la jaula.
Los "monos filósofos" en cambio, dicen no saber tan bien y tener sus dudas, especulan sobre el "más allá de los barrotes", algunos creen que existe una jaula más grandes y más cómoda en la cual la suya es sólo una célula interna, otros creen que fuera de la jaula habría sólo una nubilosa desconocida, otros creen que los cuidadores y esos "monos" raros que pasan y arrojan maníes son en efecto, unos "monos avanzados que quizá tengan la clave de la existencia", otros en cambio sostienen que sólo son fantasmas creados por la imaginería supermónica, otros que son dioses y otros que es un dios que es siempre el mismo, pero con muchas caras, pero a diferencia de los sabios, estos monos pierden la "vida" en estas cruzadas intelectuales, especulan hasta el hartazgo, caminan por la jaula en círculos concéntricos sólo para encontrarse todos en el mismo punto, allí tomarse un poco a golpes para liberar un poco de adrenalina, y luego seguir su marcha de caballos y chanchos de calesita, dejando siempre unos "dulces" para recordar el camino a casa que nunca perdura luego de sembrado, entonces se lanzan a una deriva que a fuerza de geometría y límites de jaula produce el espiral de su "peripatetismo".
Pero estos dos tipos de primates enjaulados, no son los únicos que vale la pena iluminar con mi linterna, están otros que me permiten traer parafraseando a esa novela "Sabática" que logró sumergirme en un tiempo adolescente y legendario, están también los "monos héroes", estos quieren saber que hay más allá de la jaula, pero no se conforman con especularlo, quieren verlo con sus propios ojos, estos primates de la aventura sólo quieren escaparse, oyendo a medias, tanto a filósofos como sabios, y usando ingeniosas herramientas, insumen todo su tiempo en limar barrotes, cavar fosas de escape, planear fugas, inventar máquinas de teletransportación, y muchos otros ingratos experimentos que en muchas ocasiones terminan como juegos de plaza para los pequeños, o como "máquinas de follar" para los grandes, en otras ocasiones estos cacharros escapistas terminan fallando y causando lesiones en su entorno, contaminando la jaula con su "mil intentos", causando explosiones o alucinaciones, por ello estos monos, pueden ser amado u odiados, cuando se dedican a inventar divertimentos o bálsamos curativos, entonces son aplaudidos, pero cuando se dedican a lo que verdaderamente le interesa, que es la huida, entonces, se transforman en antihéroes, en creadores de monstruos y necios dementes.
Y por último, quedan las "tumbas", que no son monos vivos, sino inscripciones sobre lápidas, epitafios de todos las sabidurías, de todas las especulaciones, y de todas las líricas y épicas del pasado, son el recuerdo de toda la historia de la vida en la jaula y quizá de un lejano momento, allí en la jungla, a estas tumbas recorro de noche, a estas tumbas ilumina mi linterna, y en cada historia y en cada cambio, y en cada aproximación hacia lo externo, allí veo ya no como especulación probable sino como recuerdo lejano pero vivo, el otro mundo, el de la vida salvaje, entonces dudo en si morirme para así alcanzarlo o ponerme a colaborar con los héroes más dementes y audaces, pero en algo estaré seguro, no le haré caso alguno a los "monos sabios", y no perderé mi tiempo con los "filósofos"...Gervasio Black
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