¿De qué ríe Zaratustra?
Ante
todo de sí mismo porque Zaratustra es la figura del gran despreciador,
aquel que está dispuesto a transvalorar todo valor, a reírse de sus
propias máscaras; la risa de Zaratustra es universal como la duda
cartesiana, pero lejos de conducir a lo constante y permanente, la risa
lleva a lo desconocido. Zaratustra ríe de la conciencia de los
concienzudos y de los doctos, aquellos ante quienes “todo pájaro yace
desplumado”, el ‘ansia de seguridad’ que late en todas las empresas de
estos últimos hombres desespera al genio errante de Zaratustra. El
espíritu de los hombres superiores aborrece de todo lo seguro y
tranquilizador y expulsa como fantasma de la mala conciencia eso que el
docto llama ‘seguridad’. El ‘querer seguridad’ o la fuerza de una
voluntad asegurante, conduce a la posición del fundamento, es decir, a
un ámbito donde la violencia dirige al pensar. Muy por el contrario, la
falta absoluta de estabilidad en la vida humana libera los encantos de
la risa. Zaratustra se ríe además de los piadosos y compasivos, para él
la compasión provoca autoestrangulamiento. El Dios cristiano, el más
compasivo de todos, murió por su propia compasión, su amor a los hombres
lo mató.
No hay comentarios:
Publicar un comentario