sábado, 6 de julio de 2013

Pura fantasía

La dirección de tus ojos siempre me ha sorprendido no porque he tenido la certeza de que me han visto, sino porque ven siempre más allá, siempre ven con las manos absorbiendo un futuro imposible pero no irreal.
Y me sentía complice de esa fantasía y siempre me sentiré parte de tu vida, aunque estés siempre tan lejos que no puedo verte las manos y decir: esas manos han sido mías y en sus uñas aún hay trocitos de mi piel, que fueron colectados como si la vida se fuera a acabar hoy mismo y lo que importa es ser todo lo que podemos ser.
Y aunque no se dónde estás mis manos no alcanzan como los árboles para suplicarle al cielo y preguntarle en gritos desesperados: ¿A dónde has ido? y es que las raíces me mantienen con vida pero mis manos quisieran arrancarle un pedazo al cielo y abrazarlo hasta pulverizarlo y respirar de la niebla nocturna de los besos clandestinos que nos dimos, en la calle, en tu cuarto, en un irreprimible deseo por vivir, por vivir no más.

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