El vacío parece ser algo psíquico, una sensación
del alma (si se quiere poetizar), pero no podemos decir que sea
exactamente una “nada”. Yo sospecho que puede ser algo así como
un espacio abierto, una vacuidad, un espacio de disponibilidades que
exige ser cubierto de inmediato. Quizás haya infinitas clases de vacío, pero yo
centraré mi atención sólo en dos porque a mi entender son
prácticamente iguales y siempre van de la mano. Estas dos clases de
vacío son el psicológico (o la ausencia de objeto deseado) y el
vacío metafísico (o la inanidad espiritual). Creo que ambos tipos de vacío se complementan porque
conjeturo que provienen de un darse cuenta de la frivolidad de una
empresa humana efímera frente a la eternidad divina.
El vacío es un tipo de ausencia que provisional o
definitiva a veces implica una espera. Es una sensación de vértigo,
de desequilibrio, de desencanto, es una pérdida del sentido, un
terrible mareo provocado por un sentirse constantemente fuera de
lugar, sin lugar...Se puede encontrar el vacío en casi todo. Tanto en
la sobrecarga de hechos, acciones y sucesos, como en la falta de
ellos. El tiempo es todo lo que tenemos los hombres. Sentimos vacío
por ser mortales, tenemos horror a la nada. Porque hay cosas que no
están en nuestra mano, que uno no controla, sentimos impotencia. Un conjunto de circunstancias
entretejidas, enrevesadas, sin orden... llevan al hombre a sentir el
vacío. Aventuro, sin embargo, que este puede estar causado
por diversas necesidades o faltas que siempre quedan insatisfechas.
Faltar puede ser algo así como no existir la persona
o cosa que debiera haber. La necesidad es algo distinto: Es la
imposibilidad de que una cosa deje de ser una vez dadas las
circunstancias en que se produce. Así pues, creo que lo que el
hombre siente es una terrible falta, que cree ilusoriamente
necesidad. Yo creo que la falta de comprensión puede provocar
el vacío. Si el hombre se siente incomprendido, puede ver como una
parte de su ser no puede ser compartida, no puede llenarse. Otra causa del vacío puede ser la falta de compañía.
Si el sujeto se siente sólo es también porque hay algo que no puede
compartir con el resto. Sabato hace decir a su personaje:
“... me anima la débil
esperanza de que alguna persona llegue a entenderme. Aunque sea una
sola persona. ”
“¡Dios mío, no tengo fuerzas
para decir qué sensación de infinita soledad vació mi alma! Sentí
como si el último barco que podía rescatarme de mi isla desierta
pasara a lo lejos sin advertir mis señales de desamparo...”
El hombre puede padecer vacío por temor a la muerte,
por falta de conocimiento, por miedo a lo desconocido. Así lo ve
Camus:
“Por primera vez, después de
tanto tiempo, pensé en mamá. Creí comprender por qué al final de
su vida se había echado un “novio”, por qué había jugado a
recomenzar. ”
“La vida aparece a la luz de
este razonamiento como una larga pesadilla, de la que sin embargo uno
puede liberarse con la muerte, que sería, así, una especie de
despertar.”
El vacío puede estar provocado por la falta de un
porqué último, por el reconocimiento de que el hombre no tiene
respuestas para todo, de que hay algo que siempre se nos escapa:
Sucede a veces que aparece en el hombre la sensación
de vacío cuando éste pretende tenerlo todo sujeto, todo ordenado,
previsto, cuando siente la falta de control que tiene sobre todo. La falta de interés puede provocar vacío muchas
veces, el hombre padece hastío, desaliento, está de vuelta de todo,
ya ha vivido y sentido lo suficiente (o así lo cree) para saber cómo
acaban las cosas. Este sentimiento es una certidumbre insolente. La
costumbre. Porque sin ilusión es imposible vivir, y tampoco tiene
sentido morir, todo se torna indiferente. Camus dice a esto:
“... pasaba su tiempo
siguiéndome con los ojos en silencio [...] Pero tal era su
costumbre. [...] Siempre a causa de la costumbre.”
“Dije que sí, pero que en el
fondo me daba igual. Me preguntó entonces si no me interesaba un
cambio de vida. Contesté que no se cambia nunca de vida, que en
cualquier caso todas valen lo mismo.”
Otro factor que a veces puede provocar el vacío
puede ser sentir que los contrarios no se excluyen, sino que, ambos
son las caras de un mismo algo que no se ve. Hay una falta de
concreción, de acuerdo... No parece haber nada cierto. Camus lo
expresa diciendo:
“He ahí la imagen de este
proceso. ¡Todo es verdad y nada es verdad!”
En el fondo de todas estas faltas yo creo que se
esconde un mismo sentimiento: El miedo a... Porque el hombre ocupa un
lugar incómodo, como pensaba Hölderlin, no es bestia despreocupada,
ni un dios que todo lo sabe, no es mortal ni inmortal... Se encuentra
fluctuando sobre un espacio oscuro que apenas conoce, ¿Cómo no
sentir miedo con la garganta tan prieta?
Tanto las causas del vacío como el efecto se
retroalimentan en un círculo sin fin. Es difícil por este motivo no
tomar como consecuencias de esta sensación algunas que en realidad
son causas de la misma o viceversa. Sin embargo, y aunque no pueda delimitar por entero y
exactamente cada característica de esta sensación, quisiera que
pudiéramos hacernos una idea de ella a partir al menos de esbozos
con sombras, de dibujos al estilo impresionista, que sólo se
comprenden al englobar el conjunto de pinceladas.
Algunas consecuencias de esta sensación pueden ser
el desaliento, la frustración, la impotencia, la desazón... El
hombre va perdiendo la ilusión que había depositado poco a poco, y
le sobran las ganas de cambiar nada... Se encuentra cansado porque se
ve siempre culpable de algo o de todo; enuncia y reconoce que no es
perfecto, no tiene porqué serlo, y no se lo pide a él mismo, se
deja ser... Pero sin embargo encuentra una justificación para cada
uno de sus actos (Como hace el protagonista de “El extranjero” de
Camus), porque se creen sometidos a examen constante:
“Sólo tuve una impresión:
estaba ante una banqueta de tranvía y todos aquellos viajeros
anónimos espiaban al recién llegado para percibir los detalles
ridículos.”
“Al menos puedo pintar, aunque
sospecho que los médicos se ríen a mis espaldas, como sospecho que
se rieron durante el proceso cuando mencioné la escena de la
ventana.”
Se siente que no queda qué esperar, y por ello
espera el final, pero es una espera ansiosa, debida a la necesidad de
nada y de algo que llegue a cambiar lo que hay. El hombre que padece esta sensación de vacío se
sabe inútil para hacer grandes cambios y para él vivir consiste en
construir futuros recuerdos, en ansiar. Y resuelve arrojarse a la nada absoluta y eterna, al
sin sentido, y dejarse llevar sintiendo formas nuevas de tristeza y
haciendo de la costumbre su forma de vida.
El vacio - una sensación
que al hombre le es muy difícil controlar, casi imposible, que no
entiende las más de las veces, pero con la que tiene que vivir.
¿Cómo puede el hombre existir de este modo? Tan callado para hacerse cargo del silencio, o tan
hablador para ocultarlo... El hombre tiene miedo... No le sirven los
grandes edificios, las enormes aglomeraciones, ni los vecinos, ni un
abrazo... Nada parece válido para vencer al vacío. Porque el vacío
es constitutivo del ser. La desesperación que siente el hombre por ser
entendido, porque lo comprendan, no la calma con nada: ni con
compañía, ni sin ella, ni con fe, ni con razón...Ha de cargar con la pesada piedra de sus
sentimientos. Puede hacerlo. Debe hacerlo. Sólo queda pues, hacerse cargo de esto, como de
tantas otras de nuestras características: asumirla, que no
combatirla, hacerla más nuestra, intentar conocerla, afrontarla... Y
así, quizás sólo así, entenderla, respetarla y dejarla ser. Al hombre sensato que siente vacío, sólo le queda
sobrevivir.
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