En un principio sólo quieres llegar a jugar, sentirle el gusto, pertenecer a ese mundo que sabes que no es tuyo pero quieres que sea tuyo. Por lo menos un poquito. En cierto momento ganas y llegas a creer que eso es algo normal, simple y si has podido ganar ese poquito puedes ganar mucho más. Y en ese momento estas perdido porque no estas acostumbrado a estos juegos "de artes marciales", tenías la impresión que eras bueno y podrías ganar, pero sin saber que eso era una lucha, una estrategia, un plan justo para desarmarte y ejecutarte, para perder todo lo que has ganado, todo lo que antes tenías y hasta perderte a ti mismo. Todo empieza con una ilusión, un capricho, un deseo, un impulso que te llevara a la quiebra en todos los sentidos. Para llegar a tenerlo todo se necesita antes un plan de combate para luego poder controlar el juego, saber cuando tienes que parar y cuando tienes que seguir. Así llegaras a donde tu quieras. Pero si te conformas ser un peón, el juego te controlará, estarás subordinado y finalmente morirás.
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