jueves, 24 de octubre de 2013

Anticristo; Una visión dolorosa de la naturaleza humana.

“El mal puede estar en la naturaleza, y nosotros somos parte de ella.”

Cristo es la representación de la esperanza humana, llena de humildad y bondad, una figura de salvación y esperanza para la humanidad; sin embargo como todo en el universo existe una contraparte al bien; una maldad que nos hace temer. Esta unión entre el bien y el mal crean un equilibrio en el universo que ayuda a coexistir en la realidad.



El anticristo es la representación de todo el mal que se esconde en la oscuridad y que necesariamente se necesita para dicho equilibrio. Provoca miedo, dolor y pánico, complejas emociones negativas para el ser humano, que llegan a atentar contra la propia vida. La figura del Anticristo, según la Biblia, aparecerá con la decadencia de los valores y de la moral y que está asociado a la figura del Apocalipsis.




Esta lucha es plasmada de manera estética y artística en un plano terrenal por Lars von Trier, narrando de manera sutil el desarrollo de una pareja sumida en el dolor por la perdida de su hijo, la cual se retira a una cabaña perdida en medio del bosque, llamada ‘Edén’, con la esperanza de que el contacto con la naturaleza sane sus patologías emocionales y su tambaleante matrimonio. Pero al contrario de lo planeado, la naturaleza sigue su rumbo y las cosas no resultan como siempre.



Anticristo reconoce algo en la naturaleza humana que se rige por impulsos ciegos e inescrutables y que de repente hace acto de aparición, provocando terribles  consecuencias. Esto es Naturaleza (Satanás); inconsciencia, olvido de sí mismo. Se trata  de un horror silencioso que se esconde latente por debajo de los propios pensamientos.



Al final la naturaleza impone su cruda cara a través de los tres mendigos, anunciando ser los portadores siniestros del lado oscuro de la naturaleza, aquellos mensajeros que construyen el relato y que aunque no tengan explicación lógica, pero que se encuentran presentes en la naturaleza desde los inicios de la humanidad. 




“¿Qué le demanda la razón a un hombre?
 Una cosa muy simple: vivir de acuerdo a su naturaleza.”
Lucio Anneo Séneca


La llegada de los tres mendigos anuncian malos presagios cargados de una maldad con increíble voracidad. Sea buscado o no, se puede plantear la aparición de las bestias en una asociación de ideas.
El zorro, el cuervo, el ciervo. La suma de ellos forman un todo que junto con nuestro cerebro es capaz de interpretar nuestra naturaleza impredecible, vulnerable y caótica.



En Anticristo, la penitencia se transfigura en liberación, esta es la liberación del personaje femenino que da rienda suelta a su obsesión por infligir el dolor, tanto a los demás como a ella misma; para renacer en una especie de “supermujer”;  esto es la transformación de la naturaleza humana habiendo matado a Dios y dejado entrar al anticristo desatando la ferocidad de sus impulsos y sus instintos, teniéndose así poseída por el espíritu maligno de su propia naturaleza, la femenina; ya que ha interiorizado el discurso misógino de toda la tradición derivada del cristianismo y la visión de Eva como portadora del pecado original, la carnalidad y la desviación sexual que alimenta al maligno y corrompe al “hombre”.


Kant separó la razón del estudio de las causas de la naturaleza. Pensamiento (razón) y mundo (naturaleza) pueden tener sus propias leyes y que no lleguen a coincidir. Anticristo propone una reflexión sobre la posible unión entre la razón y la naturaleza.




“La razón no debe pretender explicar cómo teolológica toda ciencia de la naturaleza; hablo de cierto poder que tiene la naturaleza de producir figuras que muestran la finalidad para nuestra simple aprehensión: es necesario que se limite siempre a mirarla cómo mecánicamente posible”.
Emmanuel Kant, Crítica del juicio, 1790.


Nietzsche identifica en el Cristianismo todo el mal social, por cuya causa el mundo sufre, y el mal moral, que oprime al hombre. El Cristianismo ha construido y explotado en beneficio propio una metafísica del “mundo detrás del mundo”. La destrucción y disolución de las estructuras de dominio de la ratio convencional, del dogmatismo lingüístico, de la funcionalización del hombre a los fines de producción, de la estructura lineal del tiempo, de los sistemas morales-metafísicos, dará libertad al surgimiento de individuos superiores.


[...]”¿Qué es bueno? Todo aquello que eleva nuestro sentimiento de poder, la voluntad de poder, el poder mismo en el hombre. ¿Qué es malo? Todo aquello que se origina en la debilidad. ¿Qué es la felicidad? El sentimiento de cómo crece el poder, de vencer una resistencia.” [...] “Los débiles y los malogrados deben perecer: principio primero de nuestro amor por los hombres”.
Friedrich Nietzsche, Anticristo, 1888.



Acabada la película, y solo hasta los créditos finales, mira como tus músculos se contraerán, observa tus manos sudorosas pegadas al asiento. Aprende a respirar, inspira y cuenta hasta diez lentamente, espiras…
 

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