“El
mal puede estar en la naturaleza, y nosotros somos parte de ella.”
Cristo
es la representación de la esperanza humana, llena de humildad y bondad, una
figura de salvación y esperanza para la humanidad; sin embargo como todo en el
universo existe una contraparte al bien; una maldad que nos hace temer. Esta
unión entre el bien y el mal crean un equilibrio en el universo que ayuda a
coexistir en la realidad.
El
anticristo es la representación de todo el mal que se esconde en la oscuridad y
que necesariamente se necesita para dicho equilibrio. Provoca miedo, dolor y
pánico, complejas emociones negativas para el ser humano, que llegan a atentar
contra la propia vida. La figura del Anticristo, según la Biblia, aparecerá con
la decadencia de los valores y de la moral y que está asociado a la figura del
Apocalipsis.
Esta
lucha es plasmada de manera estética y artística en un plano terrenal por Lars
von Trier, narrando de manera sutil el desarrollo de una pareja sumida en el
dolor por la perdida de su hijo, la cual se retira a una cabaña perdida en
medio del bosque, llamada ‘Edén’, con la esperanza de que el contacto con la
naturaleza sane sus patologías emocionales y su tambaleante matrimonio. Pero al
contrario de lo planeado, la naturaleza sigue su rumbo y las cosas no resultan
como siempre.
Anticristo
reconoce algo en la naturaleza humana que se rige por impulsos ciegos e
inescrutables y que de repente hace acto de aparición, provocando terribles consecuencias. Esto es Naturaleza (Satanás);
inconsciencia, olvido de sí mismo. Se trata de un horror silencioso que se esconde latente
por debajo de los propios pensamientos.
Al
final la naturaleza impone su cruda cara a través de los tres mendigos, anunciando
ser los portadores siniestros del lado oscuro de la naturaleza, aquellos
mensajeros que construyen el relato y que aunque no tengan explicación lógica,
pero que se encuentran presentes en la naturaleza desde los inicios de la
humanidad.
“¿Qué le demanda la razón a un hombre?
Una cosa muy
simple: vivir de acuerdo a su naturaleza.”
Lucio Anneo Séneca
La
llegada de los tres mendigos anuncian malos presagios cargados de una
maldad con increíble voracidad. Sea buscado o no, se puede plantear la
aparición de las bestias en una asociación de ideas.
El
zorro, el cuervo, el ciervo. La suma de ellos forman un todo que junto con
nuestro cerebro es capaz de interpretar nuestra naturaleza impredecible,
vulnerable y caótica.
En
Anticristo, la penitencia se transfigura en liberación, esta es la liberación
del personaje femenino que da rienda suelta a su obsesión por infligir el
dolor, tanto a los demás como a ella misma; para renacer en una especie de “supermujer”;
esto es la transformación de la
naturaleza humana habiendo matado a Dios y dejado entrar al anticristo
desatando la ferocidad de sus impulsos y sus instintos, teniéndose así poseída
por el espíritu maligno de su propia naturaleza, la femenina; ya que ha
interiorizado el discurso misógino de toda la tradición derivada del cristianismo
y la visión de Eva como portadora del pecado original, la carnalidad y la
desviación sexual que alimenta al maligno y corrompe al “hombre”.
Kant
separó la razón del estudio de las causas de la naturaleza. Pensamiento (razón)
y mundo (naturaleza) pueden tener sus propias leyes y que no lleguen a
coincidir. Anticristo propone una reflexión sobre la posible unión entre la
razón y la naturaleza.
“La razón no
debe pretender explicar cómo teolológica toda ciencia de la naturaleza;
hablo de cierto poder que tiene la naturaleza de producir figuras que
muestran la finalidad para nuestra simple aprehensión: es necesario que
se limite siempre a mirarla cómo mecánicamente posible”.
Emmanuel Kant, Crítica del juicio, 1790.
Nietzsche
identifica en el Cristianismo todo el mal social, por cuya causa el mundo
sufre, y el mal moral, que oprime al hombre. El Cristianismo ha construido y
explotado en beneficio propio una metafísica del “mundo detrás del mundo”. La destrucción y disolución de las estructuras de
dominio de la ratio convencional, del dogmatismo lingüístico, de la
funcionalización del hombre a los fines de producción, de la estructura lineal
del tiempo, de los sistemas morales-metafísicos, dará libertad al surgimiento
de individuos superiores.
[...]”¿Qué
es bueno? Todo aquello que eleva nuestro sentimiento de poder, la voluntad de
poder, el poder mismo en el hombre. ¿Qué es malo? Todo aquello que se origina
en la debilidad. ¿Qué es la felicidad? El sentimiento de cómo crece el poder,
de vencer una resistencia.” [...] “Los débiles y los malogrados deben
perecer: principio primero de nuestro amor por los hombres”.
Friedrich Nietzsche,
Anticristo, 1888.
Acabada
la película, y solo hasta los créditos finales, mira como tus músculos se contraerán,
observa tus manos sudorosas pegadas al asiento. Aprende a respirar, inspira y
cuenta hasta diez lentamente, espiras…
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