lunes, 26 de agosto de 2013

Relato de un hackplayer

“¿Has sentido alguna vez lo que es tener a 1 millón de zombies postrados frente a tu monitor listos para hacer lo que te plazca? Es una delicia. Esa sensación te atrapa entre sus garras y te recuerda que eres una caquita de mosca flotando entre toneladas y toneladas de basura. Y aún con lo poco que vale la basura, la caquita de mosca es mil veces más barata. La red de redes no te adopta, te soborna. Te compra y te tira, por eso la quieres. Y querer así envicia, tú ya sabes.
En eso si tú y yo nos parecemos: tenemos sentimientos muy ambiguos sobre lo que existe ahí adentro de los cables llenos de bits y bytes. Sentimientos encontrados, y no porque sean distintos sino por el milagro de que se encontraran, después de tanto buscarse, creo. Aunque no sé si esté muy bien llamar milagro a esta puta catástrofe que me tiene escondido diariamente para agazaparme en mi guarida de Jedi Digital. Como que me voy a los extremos todo el tiempo no??? O tú qué piensas?? A veces maldigo tanto a los demás que hasta rezo para que les vaya mal. Virgen Santísima, que le amputen una pierna a ese hijo de la chingada. Y otras estoy rezando para que me vean, me sonrían y les pueda enseñar mis algoritmos paralizados diseñados con amor. Pero el resto del tiempo trato de no pensar en nada más que en mí y mis proyectos o fetiches.
Imagínate el freak que me invadió cuando se te ocurrió contarme que te llamas igual que yo. Era como decirme: Soy inmune a tus venenos. Y eso no se le dice a alguien como tu servidor, entiendes? Un día se me ocurrió que a lo mejor la protección no era contra los virus o los gusanos de Internet, sino contra todo el mundo. Soy una cucaracha antisocial, ¿ajá? Trabajo de actor, de “compuloco”, soy team athlete, a veces twenty four hours a day, seven days a week, day or night, rain or shine, spring or winter, up and down puta madre. Me desquicio, me provoco náuseas…y eso me agrada….”

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