En estos instantes todo lo pasado parece un sueño. Y
se aleja cada día un tanto, aunque llega la noche y mi subconsciente
recorre ciertos pasajes con una desesperación profunda. Muchas imágenes
se suceden y atropellan; de repente un encuentro, el volar y cada
momento cósmico atesorado. Los mil doscientos momentos a solas, la
ansiedad por el que no tuviese valor y optara por otros. Calor en el
espacio mal ventilado. La planta seca. El mirar jugar a "la rata".
Ahora
-unas reprimendas de vez en cuando- de regreso al mundo hostil. No
provoca más que un dolor que se calma poco a poco, pues cada día la
presión disminuye en las áreas complicadas; cada día es posible
acostarse con menos ganas de correr.
No hay comentarios:
Publicar un comentario