domingo, 21 de julio de 2013

Ajedrez

Juego de estadistas,
juego existencial y maniqueo
urdiendo celadas,
laberinto de hipótesis,
hay que eliminar al contrincante
siempre con nobleza,
sin indecisión.

La intención está velada
en el diálogo de gestos;
la ofrenda
siempre guarda un puñal envenenado.
Mas, nadie engaña
pues las reglas del juego
se aceptaron previamente.

¿Quién juega al ajedrez en mi tablero?

Prefiero ser mi propio contrincante:
mis defecto y yo

No hay comentarios:

Publicar un comentario