Algún día pasa, no lo esperas, simplemente 
        pasa, 
¿Qué es lo que atrae hacia una relación difícil, 
        peligrosa, prohibida?
¿Adrenalina? ¿Atracción sexual? ¿Amor? ¿Insatisfacción? 
      
Es algo difícil de describir, es de alguna manera volver a la 
        adolescencia, es tener al amor superando tus sentidos, es la sombra en 
        el desierto, es lo inesperado de lo que no se planea, es la culpabilidad 
        en los labios, en el cuerpo.
Es la revaloración del “te amo”, del deseo, revitaliza 
        tu cansado cuerpo, alma, cotidianidad, es rasgar el corazón con 
        el pensamiento de que se encuentra con otro, es un sentimiento que rebasa 
        tu intelectualidad, tu persona, tu moral.
Es esperar su compañía, su palabra justa, su rostro, su 
        perfil, su cuerpo, es tener esa emoción del beso oculto, del contacto 
        corporal efímero, de acariciar su cara, su cabello, de ver 
        sus ojos, de besar sus manos suaves, de tener su cuerpo cerca.
No lo puedes controlar, tal vez no lo deseas controlar, simplemente pasa. 
      

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