“oye te admiro, conozco tu trabajo y a mí me encantaría ser músico y formador de jazz”
RESPUESTA DE JOAN CHAMORRO:
“¿tienes ganas y tiempo para practicar, para dedicarte con
constancia, para ir entendiendo que esto que tanto admiras en mí es
producto del trabajo, del esfuerzo, de aprender cada día algo nuevo, de
no tener más expectativas que las del futuro mas cercano, de sentir que
no hay meta, que no hay final, si no que lo que importa es el camino, el
día a día contigo y con los alumnos que puedas tener, que no puedes
esperar a tocar como Dexter Gordon, para ser feliz, que tienes que
intentar ser tú, cada día un poco mas tú y que eso es lo importante?
¿Que los sueños como el tuyo, que es el que yo un día tuve, se pueden
hacer realidad, pero que necesitas entregar parte importante de tu
tiempo a ello, a escuchar, a querer hacer tuya esta música, a querer
compartirla no solo desde el intelecto sino también desde el corazón, y
que si quieres ser formador de jazz tienes ser generoso, tienes que
emocionarte cuando tus alumnos avanzan, tienes que ser un apasionado y
sentir que realmente es importante tu trabajo?”
La música es un arte, y como tal tiene que emocionar. Enseñar en un arte, también tiene que emocionar.
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