martes, 28 de mayo de 2013

Vacaciones para soñadores


En los árboles, en la playa o en medio de la selva. Bienvenida a las acampadas de cinco estrellas.

El camping es, según las películas, una actividad bucólica en la que el ser humano se reencuentra con una naturaleza amigable y tranquila. Un fin de semana perfecto con historias de miedo alrededor del fuego, nubes tostadas en las llamas y un confortable saco para dormir bajo las estrellas con el sonido de grillos y lechuzas de fondo.

Los mortales aventureros, sin embargo, cuentan un cuento totalmente diferente. Tiendas imposibles de montar, fuegos que se apagan, noches en vela sobre un suelo duro e incómodo en un saco de dormir que siempre resulta helador y, seamos sinceros, ¡a nadie le gustan las nubes quemadas!

La cabaña de Aidan en un bosque lleno de barro y ardillas fue demasiado para Carrie, pero hasta la mítica protagonista Sexo en Nueva York aceptaría pasar unas vacaciones en un marco natural increíble con todos los lujos y comodidades del mejor hotel de cinco estrellas. Este milagro de la imaginación hotelera que está consiguiendo devolver al campo hasta a los reyes del asfalto más cool se hace llamar glamping.

Y debe ser un concepto que llega para quedarse cuando Chewton Glen, uno de los mejores hoteles-spa del Reino Unido ha invertido más de 8 millones de euros en construir seis suites en los árboles de sus terrenos, que están rodeados del Parque Natural del New Forest, en el sur de Inglaterra. Cada suite está compuesta por dos casas que pueden alojar de 2 a 7 personas y cuyo precio oscila entre los 700 y los 2.300 euros por noche.

“La idea fue un trabajo en equipo", cuenta Angela Day, jefa de relaciones públicas de Chewton Glen. "Necesitábamos más habitaciones pero no queríamos ampliar el edificio del hotel así que alguien pensó en construir unos bungalós. Otros hablaron de aprovechar el entorno y construir en altura. Al juntar las ideas se encendió una bombilla, suites de lujo en los árboles”.

Suites sobre los árboles en las que el suelo tiene calefacción, se navega por internet desde una tableta y se escucha de fondo el rumor del jacuzzi que hay en cada casa. La huella de carbono de las casas de ensueño es casi inexistente, pueden ser desmontadas con relativa facilidad sin perjudicar el entorno y casi pasan totalmente desapercibidas con su exterior de madera y sus formas redondeadas. Son el sueño de infancia de todo niño hecho realidad.
Existen infinidad de formas de practicar glamping, tantas como los sueños que un día imaginaron los dueños de los lujosos complejos hoteleros que ahora los han hecho realidad. Desde las casas en los árboles de Chewton Glen o las más aspiracionales que recoge el libro Tree Houses. Fairy Tales Castles in the Air (E. Taschen). O bien en glamourosas tiendas de campaña en mitad de la selva de Zambia, en una isla desierta de de Australia o sobre un yate en mitad del mar de Andamán, en Tailandia... Pero todas tienen un objetivo común: desarrollar un nuevo, original y único concepto de lujo.  

Bibliografia:  http://www.vogue.es/living/articulos/vuelven-las-acampadas-en-calve-cool/17185

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