domingo, 26 de mayo de 2013

Historias de amor

Solteros, radicales y líderes de un movimiento filosófico, Jean -Paul Sartre y Simone de Beauvoir han definido la pareja intelectual de la nueva generación de la posguerra. La feminista que firmó el ,,segundo sexo,, y el filósofo existencialista eran socios no solo en la cama, sino también en el pensamiento. Es cierto que no vivieron juntos, llevaron vidas independientes, pero a lo largo de la vida llegaron a formar una especie de matrimonio sentimental. Su relación, mezcla de poligamia y abusos sexuales, ha tenido muchas controversias. Pero los siguientes ejemplos tampoco están lejos. Que otros grandes pensadores han compartido no sólo la cama sino también la pasión por las letra y las ciencias?

"Era un gran hombre, cuyo mayor defecto era que se trataba de una mujer", escribía Voltaire acerca de Émilie du Châtelet, que fue durante muchos años su pareja. En ese momento el papel de la mujer no era entre los libros, pero Émilie no aceptó ser dejada de lado sólo por el sexo. Matemático, físico y escritora, que estaba casada, pero eso no le impide que ella tenga un largo romance con Voltaire. Los tres vivían en el castillo Château de Cirey donde Émilie y Voltaire compartían una biblioteca de más de 21.000 títulos y donde pasaron tiempo discutiendo, debatiendo y estudiando la metafísica, la filosofía, la historia y la religión. Cuando ella murió, Voltaire confesó a un amigo que "no ha perdido una amante, sino la mitad de sí mismo, un alma que parecía haber sido creado para su alma." Nacido en 1706, Émilie tuvo la suerte de una mente brillante, de una inteligencia innata. No sólo ha traducido del latín al francés "Principia" de Isaac Newton, sino que también ejemplifica los argumentos geométricos utilizando un lenguaje más accesible de cálculo matemático. También tuvo la suerte de que el padre le permitió usar su mente. No mucho, pero mucho más de lo que se les permitían a las mujeres en aquel tiempo. No fue enviada al monasterio, era rica y podía permitirse el lujo de comprarse los libros y estudiar. Y, por último, encontró un marido que no le molestaba sus escapadas amorosas o su interés en la ciencia y la cultura, ni la cantidad de sus admiradores. Hoy en día esto podría pasar como un insulto, pero en aquel momento en que ningún hombre encontraba la compañia intelectual de una mujer satisfactoria era un gran complimento.
Una de las historias más comentadas del siglo pasado sigue siendo el amor de Martin Heidegger y Hannah Arendt. La joven estudiante de 19 años es seducido por el filósofo alemán 17 años mayor que ella, y su historia emocional alcanza más de 40 años, hasta la muerte de Heidegger. No le importo que el estaba casado, que era su maestro y que tenía dos hijos. Estuvieron juntos durante cuatro años, hasta que la guerra y las ideologías políticas los han separado. Ella era judía y el se unió al partido nazi, una decisión que le costaría muy caro después. Sin embargo, después de la guerra, Hannah fue la única que le apoyó públicamente. Los dos reanudar su correspondencia, aunque Heidegger se hizo más irascible, celoso de su éxito, según dicen algunos historiadores. Aunque el amor ya no era correspondido, se quedo a su lado hasta la muerte.

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