Salimos del país por cumplir nuestro sueño, para la mayoría material pensando volver después de cierto tiempo. Nos embarcamos sin saber el verdadero destino, sin saber la duración y lo más curioso sin piloto. El choque con la realidad una vez llegado no es soportado por todo el mundo. Los débiles se vuelven sin haber cumplido su sueño pero a la larga serán unos afortunados.Otros más fuertes se quedan y luchan constantemente para cumplir su sueño. Llegan a estar tantos años que ya ni quieren volver. Las vacaciones al país de origen cada vez son menos ya que siempre se va entuasiasmado pensando que las cosas habrán cambiado, que todo va mejor pero se vuelve triste, sin ánimo de volver a ir. Conseguimos hacer realidad ciertos sueños materiales pero con el paso de los años vemos cada vez más la desgracia. Nos sentimos ya forasteros para siempre como si no perteneciéramos a ningún país: con el de origen perdemos cualquier lazo y con el actual nunca acabamos de sentirnos realmente cómodos. Tenemos todo en cierto modo y no tenemos nada. Como si perdiéramos el sentido, la propia identidad. Una nostalgia que invade tu rutina, tu alma, tu ser. Porque hay quien lo vive menos, igual o mas que tu. Porque los que son como tú, forasteros solo te tienen envidia y piensan y hablan de mala manera de modo que es imposible tener una amistad sana. Así que la soledad reina por todos los lados. Llegas a dar la máxima importancia al trabajo o los estudios según el caso. Algunos más afortunados descubren ciertos milagros: la buena lectura, el arte, la naturaleza. El mar....Qué decir del mar? Uno de esos milagros, que te cura de cierta manera. El mar es algo tan reconfortante y que al mismo tiempo es capaz de revolver hasta tus más profundos sentimientos, de hacerte soñar con esa paz del alma que tanto necesitas. Llegas a imaginarte el amor perfecto, donde el superhéroe con sus 100 razones te salva te todo. Al otro opuesto los locales te miran de reojo en estos tiempos de crisis donde parece que todo se acaba y que ya no cabe nadie más. Tienen razón en cierto modo, nosotros seguro nos comportariamos aún peor que ellos si fuera al revés. Por eso pienso que hay que decir gracias por todo en este sentido.
Sentirse perdido en el mundo es muy frustrante pero es la prueba evidente que eres fuerte y siempre sabrás que eres capaz de empezar de cero una y otra vez por que ya lo hiciste. Eso es quizá lo que más ánimo te da de seguír adelante sin miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario