
Y me pregunto ¿cuándo llegará el momento en que yo pueda
hacerte sentir un poquito de lo que tu provocas en mí?… Bebo mi café, y
siento el amargo de su sabor… No, no creo que sea el amargo del café,
creo que es el amargo sentir de no poder estar cerca de ti, de mirarte en una foto o
escribirte en una pantalla… Ese amargo que te deja el sabor de no estar
a tu lado…
Pero lo degusto bien, y hay un ligero dulce que puedo
percibir, y en esa milésima de segundo donde lo puedo percibir,
sonrío, porque llegará el momento en que todo ese dulce lo pueda
percibir por horas cuando tú estés a mi lado… Y poco a poco bebo mi
café, y lo saboreo… Pero, ¡miento amor!, te bebo a ti, bebo tu recuerdo,
y lo bebo cada vez más despacio, porque quiero que se quede perenne en
mí… ¿Quieres un café?
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